Un informe revelado por un juzgado de Garantías Penitenciarias expone la alarmante situación dentro de la Penitenciaría del Litoral, donde 553 reclusos han sido diagnosticados con tuberculosis, según el Ministerio de Salud. El hacinamiento extremo —con más de 6.900 internos en un espacio diseñado para 3.900—, la falta de agua potable, energía eléctrica, y la insalubridad general han convertido la cárcel en un foco crítico de contagio.
Desde enero de 2025, los familiares no han podido ingresar medicinas ni víveres, y el acceso a atención médica es prácticamente inexistente. A esto se suma la falta de abogados, programas de rehabilitación y medidas claras para evitar tratos crueles. Organismos de derechos humanos y autoridades judiciales piden una intervención urgente ante esta grave crisis humanitaria y de salud pública en uno de los centros penitenciarios más peligrosos del país.